El Pais -

Nadal: "No me puedo reprochar nada"

El francés Gilles Simon supera al español (6-3, 5-7 y 6-7) y disputará la final del torneo frente a Murray

EFE - Madrid - 18/10/2008

El francés Gilles Simon, 16 del mundo, ha alcanzado su primera final de un Masters Series al vencer al español Rafael Nadal, número uno del mundo, por 3-6, 7-5 y 7-6 (6), después de un agónico partido que ha durado tres horas y 22 minutos. Simon se enfrentará en la final al británico Andy Murray. El jugador escocés superó en semifinales al suizo Roger Federer, campeón en el 2006 y finalista el pasado año, por 3-6, 6-3 y 7-5 en una hora y 56 minutos. Esta derrota del jugador de Basilea, ya colocó a Nadal como número uno del mundo hasta final de año, independientemente de la que Rafael ha sufrido ante Simon.

"No me puedo reprochar nada", ha afirmado Nadal tras el partido. "He tenido una mentalidad positiva y he luchado al máximo, he dado todo y me he dejado todo en la pista, pero si es verdad que he cometido algún error, tanto táctico como técnico, y me he equivocado alguna vez. Lo lógico es que hubiera ganado yo. Él ha jugado mucho a la contra, y quizás yo he tirado demasiado recto, si hubiera tirado las bolas algo mas altas, y jugado un pelín mas delante, un metro más dentro..... No estoy sorprendido por Simon, está jugando muy bien, tiene una gran confianza por su temporada, y en mi caso no ha podido ser esta vez. No estoy decepcionado, llegar a las semifinales aquí es algo importante".

Nadal ha elogiado el pundonor de su rival. "Ha jugado bien, muy enchufado en muchos puntos. Yo he luchado hasta el final dando todo lo que podía dar, todo lo posible. y alguna rotura tenía que haber llegado por mi parte. Me he encontrado un poco mejor cada día con un tratamiento especial para mejorar la lesión"."Pasar tres horas y 15 minutos en una pista cubierta es larguísimo. Ahora hay que intentar aprender para la próxima vez. El ha tomado la iniciativa muy bien y yo he tenido fallos en momentos que no se pueden desaprovechar, y que no se pueden cometer, si uno quiere ganar".

Pese a la derrota, Nadal se ha mostrado positivo. "Estoy feliz por confirmar que acabo el año como número uno después de un trabajo duro, es un objetivo conseguido. El siguiente es jugar bien en París y luego en Shanghai, Claro que voy a ir a París si no tengo ningún problema físico". Sobre la derrota de Roger Federer ante el británico Andy Murray fue lacónico: "Mal de muchos, consuelo de tontos", dijo y luego señaló que ante los dos próximos retos le hace ilusión en la misma medida. "Cualquiera de los dos seria suficiente, la Copa Masters y la final de la Copa Davis, pero quiero ganar ambos".


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REPORTAJE: MASTERS SERIES DE MADRID

"¡Aznar, demuestra tu saque!"

La masiva afluencia de personalidades del entorno social, político y deportivo transforman al Masters Series de Madrid en un acto social

ALEJANDRO CIRIZA - Madrid - 18/10/2008

¿Qué tienen en común un ex presidente del Gobierno, un cineasta que cuenta en sus vitrinas con dos Oscars y un finalista de Operación Triunfo? A priori, nada. Sin embargo, la emergente revalorización del Mutua Madrileña Masters Series de Madrid como escaparate social ha logrado reunir a estos tres personajes tan dispares en las gradas de la pista central del torneo. Hace siete años, cuando arrancaba la cita, tan sólo unos pocos representantes del mundo de la política o la cultura se aproximaban hasta el recinto Ferial de la Casa de Campo. Hoy día, en medio del auge que experimenta el deporte español y ya como un torneo plenamente consolidado, el Masters de Madrid acoge a las personalidades más populares del panorama nacional.

Por supuesto, el 'fenómeno Nadal' también ha tenido una influencia esencial en este sentido. Los valores y la labor difusora que reencarna el juego del balear hacen que mucha gente se sienta identificada con ellos (e intente asociarse a ellos). El pasado miércoles, antes de que el español saltase a la pista para medirse al letón Gulbis, el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, hacía acto de presencia a través de la entrada VIP que da acceso al pabellón. Aznar, acompañado por su esposa y un nutrido séquito de guardaespaldas, se disponía a ocupar su asiento en uno de los 268 palcos que rodean la pista cuando un joven sacó a relucir su osadía. "¡Demuestra tu saque!", le retó. Aznar, cuya presencia mediática se ha reducido ostensiblemente en los últimos años, se limitó a esbozar una sonrisa.

El ex dirigente del PP no fue el único personaje notorio que acudió a ver el partido. A unos metros de él, varios palcos a la izquierda y camuflado por sus perennes gafas oscuras, Pedro Almodóvar también disfrutaba del poderoso golpeo de Nadal. Algo más escorado, el técnico del Atlético de Madrid, Javier Aguirre, se evadía del 'huracán UEFA' que ha azotado a su equipo esta semana y no perdía detalle de cada punto pese a ser un reconocido amante del béisbol. Durante nueve días, un incesante flujo de personas ha tomado el recinto. En esta edición se han batido todos lo registros y se han agotado las entradas, por lo que se rebasará la cifra de asistentes del año anterior (136.405).

Pasarela y glamour

La pista Alcalá, perfectamente engalanada para la ocasión, orquesta incluida, ha servido de pasarela para figuras del mundo taurino como José Tomás; deportistas de la talla de Raúl o Forlán; protagonistas del espectro cinematográfico español como Jordi Moyà, Óscar Jaenada y Paula Echevarría, bien secundada por su marido, el cantante David Bustamante; e incluso, se han podido ver a miembros de la realeza como la Infanta Doña Elena. Su presencia, junto a la de otros grandes empresarios o altos cargos judiciales, eleva el caché del Masters de Madrid y le dota de una pincelada de glamour de la que quizá carecen otros torneos del circuito.

"Todos quieren estar aquí, pero el acceso está muy restringido", relata Marisa Almazán, responsable de Relaciones Corporativas de The Tennis Society. Ella es la encargada de que la zona más exclusiva de la Masters Town, el área VIP, esté en perfectas condiciones para satisfacer las peticiones de los 1.500 clientes que llegan cada turno. "Se comportan de una manera muy discreta, no observamos excentricidades. Hay personas de todo tipo, desde un magistrado hasta el presidente del Real Madrid, Ramón Calderón. Son exigentes, pero no solicitan nada fuera de lo normal. En muchas ocasiones puedes verlos tomando una caña, como cualquier otra persona". Conforme se avanza por este lugar, situado en la cúspide del Pabellón de cristal, una sucesión de stands generan una atmósfera embriagadora en la que vinos de alta calidad se entremezclan con relojes de lujo y la posibilidad de degustar un suculento caviar.

Cuestión de detalles

En el corazón de la zona VIP, Marisa insiste a dos empleados para que eliminen una pequeña mancha blanquecina que destaca sobre el tono oscuro de la moqueta. "Aquí se cuida hasta el último detalle. Eso es lo que nos diferencia de otros Masters, los pequeños detalles". Los grandes, también. Siete restaurantes, que proponen otros tantos estilos de cocina (china, japonesa, austriaca, italiana...), aderezada por el catering más codiciado (el mismo que emplea la Fórmula 1 en sus Grandes Premios), terminan de seducir al usuario. Cada uno cuenta con un diseño exclusivo correspondiente a la tradición del país. "Sin duda alguna, el que más de moda está es China Town, aunque el japonés también atrae a muchos", nos cuenta.

Más de 3.800 litros de leche, 3.100 kilos de carne, 18.000 de cubitos de hielo o los 5.500 de pescado atestiguan la calidad The Tennis Society, donde están prohibidas la fotos y para el que existe una lista de espera de más de cien empresas que aspiran a un palco. "En general, son los famosos los que se acercan a nosotros o bien son invitados a través de las grandes firmas. Insisto, todo el mundo quiere estar aquí". El lujo y la fastuosidad impregnan cada rincón del torneo, que por si fuera poco cuenta con una cobertura mediática imponente con 500 medios acreditados. ¿Tenis? Sí, pero mucho más que tenis. Un gran escaparate.