ABC.es - Une année inoubliable...

  • LYDIA
  • Divers

 

 

Rafa Nadal: «Este ha sido un año inolvidable»

El número uno del mundo hace balance en ABC
Día 20/11/2010 - 19.28h
 
 
Rafael Nadal está listo para afrontar el último grande del año: el Torneo de Maestros de Londres donde tendrá que jugar contra los siete mejores tenistas del mundo. Lo hará después de firmar una temporada más que brillante, pero llega a un torneo áspero para él, un torneo en el que el año pasado no ganó un solo partido. No necesita el trofeo porque su campaña ha sido inigualable y ya tiene todo el trabajo hecho. Pero por su cabeza empieza a pasar que el Masters puede ser un objetivo prioritario para una temporada futura. Antes del torneo, Rafa habló con ABC para hacer un resumen del año y pasar balance a lo ha pasado, está pasando y pasará.
GTRES
Rafa Nadal
—Está cerrando un año histórico
—Sí, la verdad es que ha sido un año inolvidable y estoy muy, pero que muy contento, por todo lo que me ha pasado. Me he emocionado por momentos y ahora quiero terminarlo de la mejor manera posible.
—¿Se le pasó por la cabeza a principio de año, cuando cayó en Australia, una temporada igual?
—Por supuesto que no. Es verdad que estaba jugando muy bien a principios de año pero por unas causas o por otras no podía terminar con victorias lo bien que lo estaba haciendo. Aquel fue un momento complicado porque tuve que superar una historia de lesiones que se estaba volviendo muy duro.
—¿Fue por eso que luego las victorias se saborearon mejor? ¿Cual fue el momento clave?
—En general, es difícil poder elegir un momento, pero creo que ganar en Montecarlo fue decisivo. Llevaba mucho tiempo sin poder vencer, muchos meses sin ganar un título y fue muy importante para mí. Me dio esa tranquilidad que necesitaba, quitarme ese peso de encima. Luego, el título de París me dio la calma necesaria para poder ganar todo lo demás. Roland Garros, a qué negarlo, fue vital porque había tenido problemas con la rodilla, lo pasé muy mal, con dificultades y en general fue un mal momento, muy malo. Tenía una espina clavada y cuando pude ganar me quité una carga tremenda. Fue algo que me permitió jugar muy bien en Wimbledon y Nueva York. Pero como momentos realmente emocionantes, Roland Garros y el US Open.
—Lo del US Open fue, quizás, algo más sorprendente. Es un torneo que no va bien a los españoles. La pista, el ambiente, es el último grande del año.
—Sí, es verdad que es difícil, pero no tanto como para decir que no va conmigo. Hice dos semifinales seguidas. No estaba tan lejos, pero reconozco que es un torneo difícil, por las condiciones, por el calendario, pero cuando haces semifinales puedes ganar un partido más, y si puedes ganar uno puedes ganar dos. Tampoco estaba tan lejos, pero había que llegar a esos partidos estando bien y jugando bien, que es lo que no había hecho antes. Físicamente tampoco lo había conseguido.
—A eso iba. Los analistas dicen que los descansos seleccionados han sido una de las claves en el éxito de esta temporada...
—Ha habido algunos descansos obligados. Después de Australia me tuve que parar y después de Montecarlo no jugué en Barcelona. Paré para hacer un entrenamiento de fortalecimiento y estar mejor de la rodilla. Sin embargo, luego tampoco he parado mucho más pues jugué lo de siempre y, además, en Asia disputé más torneos de los habituales.
—¿Ha cambiado algo en su juego este año para ganar tres Grand Slam como ha ganado?
—Francamente, no creo que hayan cambiado muchas cosas. Simplemente es que he estado bien físicamente y muy bien mentalmente, por lo que automáticamente mi tenis ha mejorado. Tácticamente he estado más adentro, más cerca de la línea, he subido más veces a la red y, en general, he jugado más agresivo. Es verdad que ya lo venía haciendo, pero pienso que he seguido mejorando, introduciendo cosas. Por ejemplo, el servicio, que ha funcionado muy bien por momentos. El revés cortado ha ido de cine y la derecha y el revés más o menos en la línea de siempre, pero con una particularidad: que he podido entrar más veces dentro de la pista para golpear.
—Hablemos del saque que ha sido la mayor novedad. ¿Cómo mejoró? Porque puede resultar una pieza vital en el futuro y en su carrera. No es normal pasar de sacar a 185 kilómetros por hora de media a hacerlo a 210.
—Evidentemente la fuerza la tengo. De hecho he sacado muchas veces a 210, pero el problema es meterlas dentro. Si ves que no lo consigues optas por sacar más flojo y tener un porcentaje mayor de primeros, que es lo que he hecho siempre. Después, es encontrar la coordinación y la confianza necesarias para poder hacerlo. Encontré ambas unos días antes de empezar el US Open y la verdad es que funcionó muy bien.
—Ya, pero ¿que cambió?
—Un pelín de cambio de grip (empuñadura). Me llegó de forma natural. Lo probé, salió bien y cambié. Sin duda fue algo que me ayudó muchísimo para poder ganar el US Open.
—¿Eso puede significar que a partir de ahora va a ser, aún más, inabordable para el resto?
—Me siento igual que siempre, pero si consigo afianzar el saque, resulta evidente que será algo importantísimo para mi juego.
—¿Como ha visto a sus tres grandes rivales este año?
—Como siempre. Los tres son buenísimos, muy difíciles de batir porque son grandes campeones. Son regulares y siempre están ahí. Para ser número uno y ganarles tienes que estar bien durante muchos momentos del año. Por ejemplo, Federer, que está teniendo un final de temporada excelente. Djokovic es un jugador que mentalmente siempre está ahí presto para ganar todos los torneos y Murray, que es el que ha tenido más altibajos, pero al final siempre está donde se merece.
—Saca más de cuatro mil puntos al segundo. Es un barbaridad.
—Claro, al ganar tres Grand Slam ganas muchísimos puntos y si luego vences en tres Masters 1000 te llevas todos los puntos. Ha sido una temporada excepcional para mí, si bien esa ventaja que parece mucho luego es muy poquito.
—¿Ha madurado tenística o emocionalmente este año?
—Yo no lo creo. No hay que darle más vueltas. La pelota este año va dentro y físicamente no he tenido problemas. Mentalmente he estado con muchísima ilusión después de un periodo complicado para dar la vuelta a la situación. Pienso que madurar física y tenísticamente ya lo había hecho antes. Si no, no habría sido capaz de conseguir todo lo que había logrado antes. Creo que es un tema más del físico, que me ha respetado, y que mentalmente he aguantado muy bien. La ilusión ha sido muy grande y tenísticamente he seguido evolucionando como siempre.
—Lo preguntaba porque empezó a los 17. Ahora tiene 24 y se supone que es una edad excelente para un deportista.
—Pero no me siento más maduro que hace un año y medio, para nada. No ha sido un tema de maduración personal ni tenística, sino de ilusión para seguir mejorando mi tenis. Eso es algo que hago siempre y cuando uno lo sigue las cosas empiezan a salir mejor. Es lo que ha pasado: tuve un periodo malo, pero mantuve la ilusión de que las cosas irían a mejor y cuando mejoré volví más fuerte apoyado en la madurez conseguida tiempo atrás.
—Le falta el Masters de Londres
—Para mí este es el torneo más complicado del año. La superficie no me ayuda nada para jugar al mejor nivel ni tampoco los rivales, por supuesto. Es algo que, de verdad no entiendo. No comprendo por qué el Master tiene que ser en pista cubierta cuando te clasificas en pista descubierta. Lo lógico es que se vaya cambiando de superficie.
—¿Pero es tan diferente de la del US Open por ejemplo, que también es muy rápida?
—Cambia mucho, la pelota salta menos al ser cubierta. La superficie, quieras o no, aunque sea similar, tiene la madera más arriba (en el US Open queda más abajo) y se vuelve mas veloz. Es muy, muy diferente.
—Y es el final de la temporada. Por cierto, hablando del calendario, al final las modificaciones las van a dejar para más adelante.
—A mí me va a afectar muy poco porque lo que logremos cambiar va a ser para el futuro, pero si con nuestra fuerza para que se hagan los cambios las generaciones futuras tienen una vida tenística algo mejor pues feliz de haberlo hecho.
—¿Y el año que viene?
—Seguir mejorando y continuar disfrutando de jugar al tenis. Por suerte, con todo lo que he ganado en 24 años no tengo ni la presión ni la necesidad de conseguir más cosas porque he logrado mucho más de lo que hubiera pensado en toda mi carrera. Sólo pretendo seguir trabajando con ilusión para obtener títulos y, por supuesto, seguir estando arriba en unos puestos que me permitan continuar ganando torneos. Esa es la motivación especial.
El conflicto taurino, el Madrid, el golf...
Pour être informé des derniers articles, inscrivez vous :
Personnaly © 2014 -  Hébergé par Overblog