Diario de Mallorca - Fils préféré, le sommum de l'année 2010...

Rafel Nadal: ´Ser Hijo Predilecto es la culminación a un 2010 inolvidable´

El ayuntamiento de Manacor acogió anoche un pleno extraordinario para distinguir al tenista y vecino del municipio, actual número 1 mundial

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Instante en el que se impuso al tenista la insignia de la Corporación y se le entregó el diploma acreditativo. Después firmó en el libro de honor.  Guillem Bosch

Homenaje a Nadal en Manacor

T. OBRADOR MANACOR Rafel Nadal Parera es, ahora sí, profeta en su tierra. El ayuntamiento de Manacor le concedió anoche la máxima distinción que puede recibir una persona en vida del municipio, el diploma acreditativo de Hijo Predilecto. Familiares, vecinos, políticos y muchos medios de comunicación fueron testigos de un sentido acto celebrado en el viejo edificio consistorial. El tenista, número 1 mundial, alabado por sus "grandes méritos deportivos, cívicos y humanitarios", y por promocionar Manacor y Balears "en todo el mundo", admitió ante sus paisanos: "Ser Hijo Predilecto es la culminación a un 2010 inolvidable".
Entre el público que acudió a la sala de plenos había, en segunda fila, la presidenta del Consell, Francina Armengol, quien precisamente antes de iniciarse la sesión agradeció que Nadal se adhiriese a la campaña de recogida de firmas para que la UNESCO declare la Serra de Tramuntana patrimonio de la humanidad dentro de la categoría de paisaje cultural.
En primera fila se sentaban los abuelos de Nadal, su padre, Sebastià, y su madre, Ana María Parera. El ganador de 43 títulos individuales entre los cuales destacan nueve Grands Slams y la medalla olímpica de Pekín, además de las copas Davis, se sentó justo en medio de sus progenitores.
Asimismo, entre las treinta personas que pudieron coger silla (hubo casi cuarenta de pie o sentadas en el suelo), se encontraban el padrino de Nadal, Joan Parera; sus tíos Toni (entrenador) y Rafel (ex edil de Hacienda por el PP); su tía Marilén y jóvenes primitos (con los que el tenista cruzó miradas de complicidad); el rector, Andreu Genovard; la ex alcaldesa de Manacor, Catalina Sureda, la pareja del actual primer edil, Toni Pastor, etcétera. No estaban ni su otro tío, ex futbolista del Barça, Miquel Àngel Nadal, la hermana, Maria Bel, y novia, Xisca Perelló. Tampoco se dejó ver su compañero que recientemente ha ´colgado la raqueta´, Carlos Moyà.
Bel Febrer, concejala de Deportes, a su vez instructora-ponente del expediente de proclamación de Nadal como Hijo Predilecto dijo al comienzo: "Es un deber de esta institución y de los ciudadanos que representa, agradecer al señor Rafel Nadal Parera, de una forma un tanto especial y emotiva, el hecho de que pasee el nombre de Manacor por todo el mundo, y desear que sí lo pueda hacer durante muchos más años".
Del perfil biográfico "de Rafael Nadal Parera, Rafa para muchos otros, Rafel, para nosotros", Febrer detalló que nació el 3 de junio de 1986 en Manacor, "pueblo que lo vio nacer y alrededor del cual gira todo su mundo". Sus hobbies, "la pesca, el fútbol, el golf y la playstation". Cogió la raqueta por vez primera " a los 3 años". "Rafel rememora su infancia con afecto y nostalgia; era un chico alegre, extrovertido, el ojo derecho de una familia unida. Recuerda, en especial, el papel de Toni Nadal y sus elaboradas invenciones para tomarle el pelo". "Fue un buen jugador de fútbol"; al decidirse por el tenis originalmente "jugaba el drive a dos manos"; "hasta a los 10 años estudió en el colegio Sant Vicenç de Paül", y "es un exponente del esfuerzo, la humildad, la disciplina y el compromiso", fueron otros comentarios de Febrer, que también destacó su Fundación Rafael Nadal y las múltiples loanzas que ha recibido de distintas partes del planeta, con el deseo expreso de que sume muchos más éxitos deportivos y sociales en el futuro, "por su carácter ganador, transparencia y coherencia".
Catalina Julve, regidora de ALM-UM y fiscal del expediente, señaló que si Manacor era conocido como el municipio de los clots (baches) ahora "ya somos más conocidos como el municipio de Rafel Nadal". Resaltó su "juego limpio" y concluyó que no existen objeciones al título otorgado por el Consistorio. Los portavoces de PSOE, PSM+Esquerra+Verds y AIPC también alabaron a Nadal. Pastor sostuvo que lo que ha hecho el tenista "no tiene precio" y que es "la persona más querida que tiene Manacor". Joan Gomila, de AIPC, afirmó: "Eres el hijo o el nieto que todas las abuelas y madres querrían. Que puedas continuar con la trayectoria y expresar tus ideas, aunque lo del Madrid (club de fútbol) falle un poco...".

´No sé si me lo merezco o no´

Tras el pleno extraordinario, Nadal reiteró: "Estoy muy contento por esta distinción al tratarse de mi ciudad. Yo me siento de aquí, amo Manacor, estoy encantado de vivir en este lugar, feliz por las personas que me quieren y están a mi alrededor". Fiel a su estilo, sencillo y humilde personalidad, llegó a manifestar sobre el reconocimiento público: "No sé si me lo merezco o no". Preguntado por su deseo de cara al año 2011 fue claro y rotundo: "Salud para todos, y que los tiempos mejoren, porque son tiempos complicados en nuestro país". Sobre retos de futuro: "Mi reto es el día a día, mejorar , seguir jugando a tenis, divirtiéndome, y si es posible continuar ganando títulos. Considero que ya he conseguido mucho más de lo que hubiera soñado". Durante el pleno, Nadal observaba las pinturas de los Hijos Ilustres. En el futuro, él también estará reflejado.

Respaldo oficial, discreción popular

Unas 200 personas acudieron al claustro de Sant Vicenç Ferrer, donde uno de los patrocinadores instaló una pantalla gigante para poder ver el pleno en directo

S. SANSÓ MANACOR "Estamos ya muy acostumbrados a verle por la calle, es uno más... quizás sea eso", espetaba una mujer a otra mientras contemplaban, en pantalla grande y bajo el calor de estufas portátiles, el pleno conmemorativo. La frase servía de justificación en voz alta ante la falta de público desplazado ayer tarde hasta el claustro de Sant Vicenç Ferrer, donde uno de los patrocinadores de Nadal retransmitía el acto en directo.
Cierto es que el frío era intenso y que la difusión consistorial y de la marca en cuestión habían sido discretas, pero la ocasión se merecía algo más. Si se analiza con objetividad, también es cierto que la única galería del claustro reservada para el visionado no daba para más y que las sillas pronto se agotaron. Y hasta es verdad que varias decenas de vecinos tuvieron que verlo de reojo desde el patio central. Pero 200 personas son a estas alturas de partido, demasiado pocas para arropar a un ídolo.
La costumbre que las victorias de Rafel han derivado en Manacor un curioso fenómeno, un estilo de seguimiento más cercano a la tele y la camilla, que a la avalancha para tocar, idealizar y fotografiar al multi ganador de trofeos internacionales. La ciudad guarda aún las distancias; el temor por molestarle, por fracturar su concentración. De hecho, el silencio fue acorde al escenario y casi nada se escuchó durante toda la ponencia de la regidora de Deportes y defensora de la concesión, Isabel Febrer. Demasiado respeto. Tibios aplausos entre parlamento y parlamento y algo más de cadencia de palmadas cuando recibió la insignia.
Tras la cámara, y con perspectiva, una imagen sorprendía aún más: La preponderancia de un público sobre todo veterano y de mediana edad. Algunos matrimonios con hijos pero pocos jóvenes, afiliados de partidos políticos locales pero pocos grupos de quinceañeros. Dentro de la biblioteca municipal de Manacor, ubicada también en el claustro al lado de donde ayer se levantaba la pantalla, entre calculadoras, ordenadores y libros de Historia, el número de adolescentes fácilmente doblaba a los atentos entre el frío.

Expectación final
En primera fila, un grupo de tres religiosas hermanas de la Pureza de María, charlaban con profusión sobre la familia de Nadal, irónicamente emplazadas a tan sólo unos metros de distancia, concretamente a los quince segundos necesarios para subir las escaleras de la parte baja al primer piso del recinto, donde hay una puerta de acceso a la sala de plenos. Allí, la imagen era chocante. En una misma mirada, la puerta entreabierta y la muchedumbre apretada en el interior, y el descanso íntimo de la pantalla. Por un oído, el rumor físico y por el otro la claridad de los altavoces exteriores.
Las ocho y tres minutos. Nadal está a punto de firmar en el libro de honor del Ayuntamiento cuando varios cohetes explotan y recuerdan que el tenista está en casa, que el honor es verdad. Entonces la imagen se corta, el público despierta y, por sorpresa, ahora sí parece responder.
De golpe nadie quiere marcharse. Espontáneamente se van agregando junto al portal de entrada de la antigua casa consistorial y, como si de Sant Antoni se tratara, parecen esperar la salida del referente al balcón. Pero quienes van saliendo (por la puerta) son los regidores de la Sala. Nadal baja después para, sin salir del edificio, ofrecer una rueda de prensa. Al final, eso sí, autógrafos