Diario de Mallorca - Rafa exige plus de lui-même...

Nadal quiere más de Nadal

El mallorquín cierra el 2010 como el mejor año de su carrera y se exige más para el 2011

 

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DANIEL GARCÍA MARCO. LONDRES.

¿Cómo mejorar un año en el que ganó tres torneos de Grand Slam y concluyó como número uno del ránking mundial? El mallorquín Rafel Nadal tendrá apenas una semana de descanso y empezará a preparar la temporada 2011, en la que tendrá el listón muy alto. El ejercicio precedente, cerrado con sobresaliente, impone a Nadal querer más de Nadal. La excelencia.
"Voy a tratar de repetir lo del año pasado, cuando entrené muy bien durante todo diciembre y llegué al comienzo de la temporada en un nivel muy alto", dijo Nadal tras cerrar la mejor temporada de su vida con derrota ante Roger Federer en la final del Masters de Londres. "Obviamente, vencer a Rafa Nadal en las Finales de la ATP lo hace más especial aún por el año que él ha tenido. Nos tenemos mucho respeto. Admiro su juego", destacó del número uno mundial el cinco veces campeón del torneo de los maestros, tras una final que a través de La 1 de TVE fue seguida por 3.917.000 millones de espectadores, registrando además una cuota media de pantalla del 24,6 por ciento y con un ´minuto de oro´ que fue visto por 5.697.000 telespectadores.
El campeón de Manacor, considerado mejor deportista español de todos los tiempos, es amante de las cábalas. En los partidos coloca siempre sus botellas de agua con precisión junto a la silla y repite rituales, así que copiará el modelo de preparación que tan buenos réditos le ha dado en 2010, donde recuperó Roland Garros y Wimbledon y conquistó por primera vez el US Open, para cerrar por primera vez el Grand Slam. Una cascada de éxitos sucesivos que deja su impresionante palmarés con que de los títulos grandes sólo le falte el título de maestro que se le negó el domingo, coincidiendo con la primera participación en su final.
El primer triunfo de Nadal en el Abierto de Nueva York en septiembre no fue uno más. Lo situó junto a Donald Budge, Fred Perry, Rod Laver, Roy Emerson, Andre Agassi y Roger Federer en el selecto grupo que se consagró en los cuatro grandes escenarios del tenis. En el primer peldaño del Gran Slam. El cuadrado de oro del tenis de elite.
"Si llego a enero con el mismo nivel, la situación puede cambiar –en referencia al Abierto de Australia–, porque estaré más tranquilo tras esta temporada tan buena en mi carrera", dijo Nadal el domingo, satisfecho de lo conseguido en una campaña que él personalmente califica de "emotiva".
La semana libre que debe disfrutar Nadal, en cuestión de días, no será exactamente de vacaciones, ya que en su agenda presenta una sucesión de actos con sus múltiples patrocinadores y un compromiso personal muy especial, como es el homenaje del Govern organizado mañana, miércoles, en Palma, a su maestro y amigo, Carlos Moyá, con motivo de su despedida del circuito profesional organizada por el Govern de Balears.
Lo que no se perdió ayer Nadal fue el clásico del fútbol español del Camp Nou, entre el Barcelona y el Real Madrid, aunque se tuvo que conformar con seguirlo en directo a través de la televisión y asimilar la derrota del equipo de sus amores, el de la camisola blanca.
Y es que tras acabar el año por segunda vez en su carrera como número uno mundial, Nadal ya piensa en 2011, en el que será difícil igualar lo hecho en 2010. "La presión para mí va a ser la misma. Cuando comienzo una temporada, todo empieza de nuevo. No pienso en si tengo que defender 100.000 puntos o si tengo que defender 1.000. En Australia o en Doha, cuando empiece la temporada, tendré cero puntos", reflexionó en voz alta en Londres tras desear "Felices Fiestas" a la prensa internacional que le sigue en sus diferentes incursiones en el circuito profesional de la ATP.
¿Objetivos? Como siempre, el mallorquín mantiene el perfil bajo que caracterizan sus declaciones de intenciones. "Mi primera meta es clasificarme para el Masters de Londres el próximo año y después veremos. Voy a prepararme para estar listo, para seguir en las posiciones altas y para continuar ganando títulos", precisa el número uno del mundo sobre una meta para la que únicamente necesita concluir la temporada entre los ochos mejores. Una situación en la que, curiosamente, se mantiene desde el 15 de abril del año 2005, poco antes de la conquista del primero de sus cinco triunfos en Roland Garros, con apenas 19 años.
El mallorquín, pese a su discurso siempre comedido y humilde, es un deportista insaciable. La mejor muestra de ello lo ofrece que en 2010 ganó un total de siete títulos: además de los tres ´grandes´, triunfó en Tokio y en los Masters 1000 de Madrid, Roma y Montecarlo. Una cadena de méritos que le deja con 43 títulos conquistados con apenas 24 años. Esa brillante campaña se considera solo comparable a la que en 2006 protagonizó Roger Federer, cuando se apuntó 12 títulos, entre ellos tres grandes –Abierto de Australia, Wimbledon y Abierto de Estados Unidos, además de hacerse con la Copa de Maestros de la ATP.
A nivel de número de victorias en torneos la campaña de 2010 de Rafel Nadal no ha resultado la más fructifera, pero si la de sus éxitos de mayor entidad. Y es que en 2008, el año en el que arrebató por primera vez la condición de número uno a Federer y se proclamó campeón olímpico en Pekín, Nadal acumuló hasta ocho victorias en torneos, destacando entonces sus triunfos en Roland Garros y en Wimbledon. En este último grande protagonizó una inolvidable final ante el suizo, que ya pertenece a la leyenda.
A nivel de datos, el 2010 de récords de Nadal se caracteriza por sus 71 triunfos de partido y sólo diez derrotas, mientras que en el capítulo de premios se embolsó más de 8,5 millones de dólares para acumular un total de casi 35,8 en toda su carrera.
La pretemporada estará salpicada por los partidos benéficos con el suizo Roger Federer, su gran rival, el 21 de diciembre en Zúrich y el 22 en Madrid. Luego será el momento de viajar ya a Doha y más tarde a Australia. "El objetivo siempre es el mismo: intentar jugar bien, competir contra todos y estar en las rondas finales". Un proposito que a primera vista parece poco tras lo conseguido en 2010

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[su agenda presenta  un compromiso personal muy especial, como es el homenaje del Govern organizado mañana, miércoles, en Palma, a su maestro y amigo, Carlos Moyá]