Marca - Chronique de David Menayo.
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23.11.2008 - 20:18h..
CONTRACRÓNICA
Llorando por ti, España.
DAVID MENAYO / Enviado especial a Mar del Plata
Soy un sentimental, lo sé, pero me lleno de orgullo al decir que alguna lágrima sorteó mi mejilla al narrar el último punto del partido en el que Fernando Verdasco certificó la victoria de
España en la Copa Davis 2008. Ha sido un fin se semana tenso a la par que de ensueño y que finalmente se resolvió como los cuentos infantiles, felices y comiendo perdices.
Dice el refranero español que una imagen vale más que mil palabras y aunque la Ensaladera es bonita, yo me quedo con la fotografía de un equipo unido, abrazado, cómplice y emocionado. Sabías que
llegaban a Argentina con el cartel de derrotados y supieron darle la vuelta y anotarse el adjetivo de victoriosos. Soy de los que creo que esta imagen, como los buenos tiempos, ganará en valor
con el tiempo, pero puedo afirmar que la disfruto desde el primer momento.
Otra imagen que quedará en mi memoria durante mucho tiempo. Estaba el combinado español celebrando el triunfo a pie de pista y el público desfilando de las gradas del estadio Islas Malvinas
cuando se me acercó un aficionado albiceleste, me abrazó y me dijo “perdona por las calenturas pero nos tendés que entender. Enhorabuena por la victoria”. ¡Claro que te entiendo amigo! La
definición que más se acerca a la realidad sea quizás decir que el público fue de Copa Davis, que rugió, animó y espoleó a los suyos hasta el último aliento, pero que supo reconocer de la misma
forma y con una sonora ovación, la victoria del conjunto español.
No quiero terminar estas líneas, por supuesto, sin ser agradecido. A los que me trajeron a Mar del Plata, a los que me enseñaron esta preciosa ciudad, a los que me guiaron por el estadio e
hicieron más confortable mis narraciones, al equipo que nos permitió sentirnos partícipe, a la afición que me erizó en más de una ocasión el vello con sus cánticos, a los mensajes de ánimo de
familiares y amigos que se fueron uniendo a la fiesta desde la distancia… A todos ellos y a los que me dejo en el tintero, gracias y hasta pronto.