Sport.es 30-04-07

Nadal: "Ganar el primero ya me pareció increíble"

Edición Impresa 30/4/2007 N.Y.

Rafa Nadal sigue viviendo momentos de euforia con un gran tenis

Rafa Nadal sigue viviendo momentos de euforia con un gran tenis

Rafael Nadal sigue encantado con lo que hace. Disfruta de cada momento que pasa en pista. Tanto en competición como en preparación. Y ahora, se congratula de que “he seguido por el camino en el que hay momentos difíciles, como hace dos meses, cuando llevaba ocho sin haber ganado un título. Ahora, en mes y medio, llevo tres títulos. Ahí se ve un poco el trabajo que se está realizando y que me ha llevado al mejor momento de mi carrera”.

El campeón estaba feliz por su tercer título en casa. “Ganar el primero ya me pareció increíble así que tres...”, decía con una amplia sonrisa. Pero lo que le hace sentir orgulloso es que sigue siendo capaz de mejorar, de pulir aspectos de su juego. No tiene techo. “Si creo que Federer puede mejorar, imagínate yo”, espeta sin ningún pudor. Y es que ésa sigue siendo su prioridad: progresar, ser mejor jugador. Por ello sigue trabajando día a día, para seguir mejorando “el saque, la derecha, el revés como para que sea lo suficientemente sólido y me permita preparar el punto para sentenciar con el ‘drive’, la volea...”.

Desde Indian Wells que siente que ha habido un cambio en su juego. Y que ha recuperado las sensaciones, el nivel que le gusta tener para afrontar las citas que se avecinan. Porque Nadal, cauto commo siempre, sigue diciendo que no hay que descartar la derrota. “He tenido la suerte de aguantar una semana más sin perder en tierra. Ahora jugaré en Roma y allí vuelven a estar los mejores así que hay que estar preparados”, apunta antes de hablar de la final y del rival, Guillermo Cañas. “Es un poco más frontón que David Ferrer. Te va esperando y, si no tienes mucha paciencia, es imposible ganarle. Con uno, dos o tres golpes no es suficiente hay que esperar a seis o siete para ganarle el punto”, concluyó.

Y si Rafa elogió al rival, qué decir del argentino: “Quiero felicitar le por esta temporada, y la anterior, y la anterior...” decía en pista, provocando las carcajadas y aplausos del público. En rueda de prensa, Cañas reconocía que “hay que jugar los puntos al máximo para poder ganarle y, a veces incluso así tampoco se puede. Hay momentos en los que uno siente impotencia en la pista”. Guillermo sabe que, en estos momentos, “Rafa es mejor que yo, que aún tengo algún agujerito en el frontón pero me marcho con sensaciones muy positivas, en especial, jugar de igual a igual con el mejor en esta superficie”. Y no se mojó. “¿Cuál es más difícil de batir, Federer o Nadal?”, era la pregunta. “Son jugadores ditintos. Cada uno tiene sus cosas buenísimas y sus cosas buenas”.

 

Nadie puede con Nadal

Edición Impresa 30/4/2007 Neus Yerro

Triple campeón del Open Seat, Rafa Nadal ya ha entrado en la historia del torneo barcelonés

Triple campeón del Open Seat, Rafa Nadal ya ha entrado en la historia del torneo barcelonés

Habrá que empezar a echar mano del diccionario de sinónimos para hallar calificativos con los que hablar de Rafa Nadal. Nos estamos quedando ‘secos’, sin ideas. Y es que ayer el tenista manacorí sellaba su tercera victoria consecutiva en el Open Seat al derrotar a Guillermo Cañas por 6-3 y 6-4, en una hora y 40 minutos de juego, prolongando su racha en tierra batida hasta los 72 triunfos o, lo que es lo mismo, más de dos años sin perder en su superficie. El es el rey y ayer se encargó de dejárselo bien claro al hombre que en este 2007 acredita ya dos victorias sobre el número uno mundial, Roger Federer.

La final de ayer tenía todos los ingredientes y dos dudas: la climatología y el estado físico de Cañas. Mientras en las zonas adyacentes a la Ciudad Condal caía agua a mares, la lluvia pasó de largo del RCT Barcelona. Y en cuanto al argentino, en 24 horas olvidó todas sus molestias del día anterior para saltar a la pista a intentar ‘morder’ a Nadal. Pero éste es, indiscutiblemente, el mejor sobre tierra y, para más ‘inri’, está atravesando el que, posiblemente, sea el mejor momento de su carrera.

El trabajo de mejora en algunos aspectos de su juego –léase servicio, derecha, revés, golpes en la red...– que ha venido realizando desde el pasado US Open está surgiendo ahora a la luz. Con ellos “puedo variar más el juego y dejo menos espacios a mis rivales”. Ayer le dejó los mínimos posibles a Cañas. Y eso que éste luchó como un jabato, corrió como un condenado y conectó golpes imposibles a los que, cualquier otro, no habría podido responder.

Pero Rafa tiene, entre otras, una singular virtud: cuanto más alto es el nivel del rival, más sube el suyo propio. Y ayer vimos una final bonita, luchada, decidida por apenas unos pocos puntos. Y esos puntos, los importantes, los que hay que ganar, siempre cayeron de lado del tenista manacorí. Para él era un test y lo cerró con otra gran actuación.

CAÑAS SALIÓ A DAR GUERRA

Decíamos ayer que muchos jugadores salen ya casi derrotados a la pista cuando se miden a Nadal. No fue el caso de Cañas, que dispuso de dos puntos de ‘break’ –aunque, eso sí, los únicos en todo el partido– en el juego inicial.

Pero es el ritmo que imprime el número dos mundial acaba ahogando al más pintado: apenas se habían disputado cuatro juegos que ya había dejado sin resuello al tenista de Buenos Aires. El ahogo de ‘Willy’ era perceptible. Abría por completo su boca y buscaba aire desesperadamente entre punto y punto mientras su abdomen subía y bajaba a la velocidad del rayo. Se mantenía al fondo de la pista y, desde ahí, es muy complicado desbordar a Rafa aunque más complicado aún se percibe atacarle.

Cuando se defiende, es mortal; cuando ataca, no te concede un milímetro. Y, además, ha aprendido a dosificarse y cuando tiene que apretar, cuando se acercan los juegos finales de cada set, saca una marcha más que acaba por ‘romper’ al contrincante. Así acabó ayer con la resistencia de Cañas, convirtiéndose en el segundo jugador en los 55 años de vida del torneo que se impone en tres ediciones consecutivas (tras el sueco Mats Wilander, campeón de 1982 a 1984). Pero es que, a diferencia del sueco, Nadal ha ganado uno de esos títulos, el de este año, sin ceder un solo set... Por lo que son ya diez partidos sin perder una manga.

La final tuvo también unos instantes de ‘pánico’. Se estaba disputando el noveno juego y Rafa no había podido concretar un primer punto de partido. El manacorí fue a por la bola de Cañas y resbaló poniendo el pie derecho en mala posición. El público y el palco de Nadal contuvieron la respiración... Falsa alarma. En el juego siguiente, después de que un espectador gritara “¡¡Cañas, que éste es mejor que Federer!!”, a su cuarto ‘matchball’ pudo levantar los brazos. Era, de nuevo, campeón en casa, en su club.

La carrera de Rafa arrancó en 2002.En abril de ese año disputaba su primer partido, en Mallorca. Aún no había cumplido 16 años y ya saboreaba la primera victoria (ante el paraguayo Ramón Delgado).

Desde entonces ha llovido mucho y contar sus victorias es algo habitual. Hasta el extremo que ayer, con el vigésimo título de su carrera tras apenas cuatro temporadas y media, se convertía en el jugador español en activo más laureado: veinte coronas, una más que su amigo Carlos Moyà. Probablemente hoy ‘Charly’ recordará aquel día en el que el manacorí le dijo que no firmaba su carrera, que quería más... Y está demostrando que no eran tan solo palabras.

 

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